Ese tiempo de descanso tan necesario y al que llegamos tan apurados, generalmente.
Independientemente de a qué dediques ese tiempo de no labor profesional, estaría realmente bien que dedicaras un tiempo de reflexión sobre tu actividad laboral y hábitos.
Sobre el tiempo y energía que le dedicas, y cuanto te llena.
Si hay espacio de revisión para mejorar la calidad que (te) ofreces y crear la hoja de ruta a seguir. Para marcarte cuándo, cómo y qué consideras necesario y pondrás en marcha.
También para revisar la cantidad de tiempo que inviertes y si está bien balanceada con lo que consideras necesario en tu vida. Si proteges aquello que no estás dispuesto a perder o a tolerar. Y marcar con una X lo que te roba el tiempo.
Valorar realmente qué es lo más importante y tomar las decisiones necesarias para protegerlo a toda costa.
Para mi las vacaciones son tiempo sagrado.
Mantengo la disciplina en lo que para mi es nutrición diaria. La meditación, el ejercicio físico, una buena alimentación y el descanso. Se trata de darme amor y cuidados.
Soy flexible conmigo sin exigirme. Pero muy consciente que requiero de dosis de purificar mi cuerpo con deporte, por que si no la energía se me come.
Calmar y dar espacio a la mente para mantenerme lo más serena posible.
Estar tiempo a solas, con mi familia, amigos, en la Naturaleza.
Necesito caminar descalza en la arena y en el campo.
Nadar, correr, leer libros de papel, sentir el sol, tener la piel salada por el sudor o el mar, reírme, tirarme a ver las estrellas y buscar una fugaz pasar, bucear, observar las aves, los animales y disfrutar de la buena compañía.
Si se puede explorar y viajar, es maravilloso. Pero es importante que no sea imprescindible para sentir que estas desconectando de tu vida.
Es más, te diré que si las vacaciones son para desconectar de todas tus rutinas y hábitos es que algo estás haciendo mal.
¿Acaso estás desconectado de quién eres la mayor parte del tiempo?
¿Te dedicas a algo que no tiene que ver con quién eres?
¿Le das más importancia a cumplir con el curro que contigo? ¿Con tu familia? ¿Con tus expectativas?
Pregúntate si las vacaciones son una extensión de ti o un oasis.
Y en función de la respuesta, tu mismo.
Siempre hay revisión posible, siempre hay elección.
A través del cuerpo, la mente y las emociones se expresan. ¿Lo escuchas?
A la vuelta, si necesitas acompañamiento para revisar tus conclusiones, te escucho.
¡Nos vemos familia! ¡Disfrutad mucho!
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