Dijo el maestro Yogui Bhajan que : “ Siempre que la mente esté oscura y no deje que la luz del Alma brille en tu vida; nunca tendrás el gozo y el éxito que es tu derecho de nacimiento como humano”

Y es que somos merecedores de todo.

De todo lo que nos propongamos, imaginemos, anhelemos, de todo aquello que queramos para nosotros. Y también de lo que no nos hemos permitido ser y / o imaginar antes.

Estamos super condicionados por todo nuestro clan, por su manera de hacer, de no hacer, de pensar, de permitir, de esconder, de vivir. Estamos tan integrados en lo que que se supone que debemos ser que olvidamos quien verdaderamente somos.

Es un gran reto, que muchos no alcanzan jamás, descondicionarnos de todo eso.

No solo es preciso saber quién somos, si no que necesitamos sentirlo.

Y para ello hay que poner luz.

Estar dispuesto a verlo todo. Lo que nos gusta de nuestra vida y mente; y lo que no. La cara A y B. Luces y sombras, bucearlas, conocerlas y REconocerlas, aceptarlas, abrazarlas, agradecerlas y liberarnos de ellas.

Estos días la cosa sigue tensa. Miles de espejos golpean nuestra cara y es fácil oscurecerse. No te desconectes, no lo permitas.

Ponle luz tantas veces como te haga falta. Si las cosas se ponen tensas, para y respira conecta con tu cuerpo y centro.

En clase haremos que sea más fácil.

¿Te atreves?