Estamos llenos de buenos deseos, ilusiones y propósitos para el año, destinos para viajar, experiencias y objetivos.
Existe un sentimiento sobre cómo nos sentiríamos si todo aquello que tenemos en mente pueda hacerse realidad, hemos creado expectativas y nos enfrentamos a diario y a doce meses por delante. Fantástico.
Y es que es eso, pura fantasía. Que exista en tu cabeza no implica que viva en la realidad. Eso que quieres, no es.
¿Primera hóstia del año? Tranquila, llegaran más. Acabamos de empezar.
Hoy es el día de Reyes ¿tu ya sabes quién son verdad?
Por experiencia propia y personal, si algo quiero cambiar en mi vida exige un sacrificio. Algo que hasta el momento se hacía de una manera y he obtenido el resultado esperado necesita revisión y, como poco, un cambio. Haciendo lo mismo, el resultado se repite. Por tanto, si quiero dedicar 5 horas a la semana a estudiar, tendré que sacarlas de otra ocupación que probablemente me roba tiempo.
¿Qué tengo que hacer entonces? En primer lugar comprometerme comigo y con aquello que quiero lograr y luego ser muy disciplinado para no caer en el hábito ladrón. Y así, tenga ganas o no, esté más o menos motivada ese día o semana iré sumando esas hora de dedicación para lograrlo.
Se trata de materializar, de poner acción física, mental y emocional en algo.
No hay más secreto.
En mi trabajo, al igual que en el día a día, escucho constantemente necesidades. Las personas quieren tener más calidad de vida, menos dolores de rodilla, espalda o cervicales. Quieren dormir mejor, tener menos barriga, culo o muslos. Que no se les escape la orina al reír o saltar y ser más flexibles. Quieren sentirse mejor y vivir menos estresados. Y quieren seguir esquiando, corriendo, jugando a padel o fútbol como cuando tenían 20 años y no lesionarse.
Y veo todo tipo de resultados. Yo aplico el mismo sistema adaptándolo a cada particularidad, pero siempre explico lo mismo: “No hago magia, ni lo pretendo. La haces tu.”
Se hace si te esfuerzas en cambiar lo que no te beneficia por lo que te cuesta. En materializar y renunciar al placer momentáneo, a la desidia, la pereza o a encontrarte en silencio contigo y con quien eres. Dedicarte tiempo.
Es una cuestión de prioridades, coraje, decisión y disciplina para repetir, repetir y repetir.
Este es mi regalo de Reyes y no es carbón. Es oro si tu quieres de verdad de la buena. No de boquilla con papel aluminio y relleno de chocolate.
Se nota Sol y Marte en Capricornio, ¡aprovechadlo joder!
Se os quiere mogollón. Nos vemos en clase.
#kundaliniyoga #meditacion #coach #thetahealer #entrenadorapersonal #saludybienestar
0 comentarios