Calma la fiera.
Mal momento para que se manifieste impaciente.
No vas a ganar en todo.
Negocia contigo. Date un respiro.
No toca ser flecha.
Como la cabra que quiere subir una montaña, salta de un lado al otro buscando el apoyo, la roca estable. De lado, arriba, paso atrás, parón para descansar y seguir avanzando.
Aprende del camino, si resbala o es angosto hay que cambiar la cadencia.
Suelta lastre. Que te acompañe lo indispensable.
Mantén el foco con presencia.
La expectativa y la exigencia son parte de la mente.
Ahora toca bailar con el presente.
Deja que te inspire la intuición.
Calla.
Respira por la nariz.
Ahorra palabras y escógelas bien.
Abril viene movido.
La sacudida fuerte.
Aprovecha y que caiga lo que es inestable o estás sujetando con tus manos.
Que solo quede aquello que realmente te pertenece, vibra y es parte de tu propósito.
Que la abundancia te toque con la varita mágica de la felicidad.
En la alegría y la adversidad.
Con aceptación, coraje, compasión, humildad y con amor.
Sonríe, sonríe más.
Ponle calma y serena a la fiera.
Nada te ataca más que tu.
Te acompaño en clase.
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