Conecta con tu interior, observa, acepta, comprende y sana.
Sin miedo al fracaso.
El coraje para enfrentarse a las aguas internas es el camino al éxito.
A la responsabilidad de manejar el timón de tus pensamientos y acciones.
Abrazar las emociones y las heridas que nos manejan es el primer paso hacia un adulto responsable.
Aquel que se hace cargo de su niño interno.
Que le cuida y permite. Le habla bien, bonito y solo si es necesario.
Deja que se manifieste tu ira, rabia, tristeza, miedo. Ábreles la puerta para que te cuenten y seas capaz de ver para qué aparecen.
Haz algo con ello. No importa si cuesta o tardas un poco en hacerlo.
Pero una vez lo veas, demórate lo menos posible. Sólo lo preciso.
Nuestro tiempo en este cuerpo es limitado.
Sería una lástima no aprovecharlo al máximo ¿no crees?
Estamos en temporada de Eclipses.
Se apaga la luz para que emerja la sombra interior. Haz de ello un momento significativo para tu presente y futuro.
Disfruta.
0 comentarios