Si seguimos a pies juntillas aquello que pensamos que somos, descartamos una parte que no nos gusta.
Somos muy de rechazar aquello que consideramos malo, inapropiado, inútil o vergonzoso.
Nos acercamos cuchicheando a destacar esas nimiedades de los otros para reírnos, criticar y etiquetarnos en el lado contrario.
Pura máscara, despropósito y un flaco favor a nuestra energía.
No deberíamos hablarnos mal a nosotros mismos y mucho menos hacerlo de otros.
La vida nos lleva a polarizarnos y nos han enseñado, aún de forma inconsciente, que es el funcionamiento real de lo humano.
No es cierto. Me niego a seguir colaborando con ello y me uno a la corriente que busca, explora y expande la unidad entre nosotros, la naturaleza, nuestra energía.
Puede parecer absurdo, pero tener un animal en casa me ha ayudado a conectar con una parte de mi que había quedado adormecida.
Conectar con el amor incondicional, la entrega, la naturaleza sabia y salvaje, con lo verdaderamente importante, con el propósito, la compasión, la alegría, la conexión más allá de lo humano y racional.
Estamos en un momento histórico. Se ha demostrado que la energía masculina sin la femenina balanceada no funciona. No hablo de hombres y mujeres.
Necesitamos conectar con nosotros mismos al completo para entender que lo somos todo y que no necesitamos nada más. Que conectar con nuestra parte vulnerable es lo más valioso y valiente que existe. Entregarnos con decisión a nuestro propósito vital e ir a por ello con la absoluta certeza que aquello que suceda es lo mejor y más adecuado. Hacerlo sin miedo a perder el control, por que ya no lo tenemos. Disfrutar y gozar de la vida sin autocomplacencia. Cuidándome.
Ser responsables de nosotros mismos haciendo todo lo posible por no perdernos entre los otros, con autenticidad y de forma compasiva. Sabiendo que si hago el bien y lo hago bien, no sólo lo hago por mi. Estoy sumándole al Mundo.
En un momento tan tecnológico es más que necesario crear una disciplina en la que puedas silenciarlo todo para escucharte. Al completo.
Genera y crea espacios de calidad para ti, en los que sacar la basura de tu cabeza sea posible.
En clase tienes espacio para Ser.
¿Vienes?
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