Me tiene hecha mierda.
Dolor de riñones, cabeza y huesos, tos y mocos, ojos llorosos que pican.
Sabor a medicamento en la boca ¡Que asco!
Cambio de planes, agenda rota y malestar general que sube y baja.
Sólo salgo a pasear al perro, a la farmacia y la compra, online.
Viajé en familia, lo gozamos mucho, pero allí compartimos también un virus que nos tiene rebentados.
Las cosas básicas de casa me agotan y soy incapaz de pensar en que mi cuerpo pueda volver a entrenar en 4 días.
La sensación de pérdida de tiempo aparece de vez en cuando y en realidad es cruel con uno mismo.
¿Por que estamos tan orientados a ser efectivos, eficientes y útiles?
Más allá de las moléstias físicas, nos exigimos unos mínimos que no se los desearíamos a un hijo o amigo. Ésto es preocupante.
Nos culpabilizamos por no llegar a unos estándares, a unas expectativas que nos hemos marcado para sentirnos mejor y somos esclavos de esa necesidad de sentirnos merecedores de ser amados.
Capricornio está presente con su realismo abofeteando la fantasía Navideña. Es lo que hay, ponte las pilas.
Atiende lo que estás dejando a un lado.
Suelta aquello que no está en tus manos.
Acepta que la vida son distintas realidades y no eres responsable de todas ellas.
Planifica tu hoja de ruta para saber la dirección a seguir y camina despacio pero a paso firme.
Confía en que todo aquello que es para ti, llega para que aprendas algo. Así que acógelo con amor y aprovéchalo.
Estoy aprendiendo de una gripe cualquiera.
Doy gracias por que no es necesario más para entender la esencia de la vida.
Aunque haga un montón que no me encontrase mal y tanto tiempo.
Todo tiene una cara B.
Ésta es mi lectura.
¡Hasta la semana próxima!
0 comentarios