Sin tapujos, ni vergüenzas.

Abrazando esas partes que consideras menos nobles, bonitas, correctas.

Con o sin pudor, existen.

¿Para qué las mantenemos ocultas? ¿Por qué unas si y otras no? ¿Qué creencias hacen que escondamos parte de quién somos?

La rebeldía cobra vida en nuestro interior mostrando nuestros deseos más profundos.

Aceptar con realismo, crudeza y sabernos humanos.

Ver un espejo en el otro.

Conectar con los sentidos, con lo que se puede ver con los ojos y no.

Hacer balance del momento para equilibrarnos en todos los sentidos.

Buscar la armonía que solo es posible con un abrazo completo, sin dejar ninguna parte fuera. Sin sentir que algo está desbalanceado o es injusto.

Dando y recibiendo en igualdad de condiciones.

Sosteniendo y poniendo límites adecuadamente.

Mírate y muéstrate por que hay quien dirá otras cosas y puede sembrar dudas.

“Y a veces dicen, dicen, dicen y no saben lo que dicen.

Yo he venido a este mundo a vivir, la vida es un regalo.

Y si juego es por que me gusta jugar, no soy ni más ni menos, ni sé qué es lo que me merezco.

Siento, vivo, pienso.

¿Qué más puedo pedir?”

Dicen – Jarabe de Palo