Estamos hechos de millones de pedacitos de todo y todos los que han pasado por nuestra vida.

Somos parte de un Universo y a la vez únicos.

En ocasiones nos sentimos profundamente conectados con ese Todo y en otras desconectados de nosotros, del Mundo, nos sentimos extraños viviendo lento o rápido.

Nos producen inmensa alegría, rabia, miedo o tristeza situaciones ajenas y propias, nos identificamos con lo que hacemos, con nuestros logros y fracasos. Nos vemos reflejados en las sombras ajenas. Reconocemos situaciones o personas en los andares de alguien en la calle, en un parque, en una mirada.

Nos marchamos del presente en infinidad de momentos y aterrizamos de nuevo ante nuestra perpleja mirada.

La vida va sucediéndose segundo tras otro y elegimos ESTAR o no.

Como dice mi hijo pequeño, en la vida de adulto se tiene que estar pendiente de muchas cosas ¡joder!

Y es necesario comprenderse en cada etapa. Algunas duran días, semanas, otras meses o años. Con el paso del tiempo te das cuenta que siempre cambia todo y que es innecesario permanecer inmóvil evitando que el tsunami de la vida te empuje. Ten por seguro que lo hará.

Así que aprende a respirar para calmar tu mente y que tu corazón consuma menos oxígeno. A correr, nadar, bucear y ser más ágil para tener más oportunidades de escaparte de la tragedia. A comer lo que tu cuerpo necesita para ser tu versión más fuerte. A descansar para que puedas ser el más eficiente con tus responsabilidades. A amar quién eres, escucharte y valorarte por encima de todo. Arroparte cuando lo necesitas y saber gozar de la vida y de los que te acompañan. Aprende a despojarte de lo innecesario y los excesos, a no conformarte con migajas, a vincularte siempre de forma justa y equitativa, rodearte de personas que te sumen y te hagan mejor.

Aprende a confiar en la vida y en que lo que llega siempre es para tu mayor y más alto bien. Y que eso te lo mereces, aunque no lo comprendas, aunque no lo creas.

Estamos hechos de cientos de capas que tienes que abrazar.

Llega la temporada Escorpio, amados.

Que el coraje te ayude a sanar y transformarte.

Amén.